Hoy comienza mi nueva vida.
Cambiaré mi piel que ha sufrido durante tanto tiempo el fracaso y la mediocridad.
Hoy nazco de nuevo en un lugar en donde reina la abundancia.
Recogeré los mejores frutos sembrados por los más sabios que estuvieron antes que yo, de generación en generación.
Hoy atraeré sobre mí el éxito y una nueva vida me espera.
EL camino que he escogido está llena de oportunidades.
Hoy no fracasaré como aquellos que se quedaron solo en sus sueños.
En mi naturaleza está incluido el éxito.
El fracaso es ajeno a mi vida.
En el pasado lo acepté como acepté el dolor.
Ahora lo rechazo y estoy preparado para abrazar la sabiduría.
Me dirijo ahora hacia la felicidad, la riqueza resplandeciente y la justa posición que me merezco.
Practicaré el arte de la paciencia, porque la naturaleza no procede jamás con apresuramiento.
Aunque carezco de la experiencia, poseo un instinto superior que me conduce. Alcanzaré mis metas en la vida y no admitiré el fracaso.
Adquiriré nuevos hábitos en lugar de los antiguos, disciplinándome a mí mismo para lograr el cambio.
Diré en voz alta mis metas y mis propósitos para así materializar mi intención.
Comenzaré a despertar todas las mañanas con una vitalidad que no he conocido nunca.
Mi vigor aumentará y mi entusiasmo se acrecentará.
Mi deseo de enfrentarme con el mundo dominará a todos los temores que antes me asaltaban al amanecer.
Y seré más feliz de lo que jamás había pensado que fuese posible en este mundo de luchas y dolor.
Me hago el solemne juramento de que nada retardará el crecimiento de mi nueva vida.
viernes, 24 de octubre de 2008
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